Octavio Ascolani, restaurantero de San Felipe quien
tiene su comercio localizado sobre el malecón del puerto se quejo amargamente
sobre el acceso desmedido que en su percepción se dio a los comercios
ambulantes en el área, lo cual provocó que las ventas no ascendieran en los
“días santos” como se tenía proyectado.
El entrevistado aseguró que la delegación de San
Felipe tuvo un actuar descuidado e irresponsable al entregar tal cantidad de
permisos al comercio ambulante, el cual aparte era en su mayoría del mismo giro
comercial que los negocios ya establecidos desde años atrás en el malecón.
Explicó que por ejemplo para este año surtió su negocio con un aproximado de 18
mil pesos en cerveza; de los cuales hasta el sábado cuando se realizó esta
conversación no había recuperado ni 7 mil.
Denunció adicionalmente que es falsa la versión
inicial de la autoridad municipal que serían a las 02:00 horas cuando se
finalizarían las actividades en el malecón, porque a él le consta que es hasta
una hora antes cuando los agentes de la DSPM comienzan a retirar a las personas
del área costera.
A parte de lo expresado, el comerciante añadió que a
la mayoría de los comerciantes se les obligó a cerrar sus negocios a la 1 de la
mañana, con excepción de dos lugares que se presentan como giros comerciales de
los llamados “antros”, estos son el Cocodrile y el Xcandalo. Lo que para él es
injusto y es una competencia desleal contra los otros negocios del malecón. Desconoce
cual sea la causa que genere estas “licencias”, pero si apuntó que no es
parejo.
La medida adoptada por la delegación de San Felipe
en esta semana santa de permitir la estancia de los vacacionistas solo hasta la
1 de la mañana en el malecón fue calificada como de poco criterio y arbitraria
por parte de comerciantes pertenecientes a la Comisión de Desarrollo Económico
(CDE) del puerto, ya que lo único que se consigue así es ahuyentar los
turistas.
Octavio Ascolani, se quejó de la medida que en este
periodo vacacional ya que ha generado molestia entre sus clientes, porque
incluso mientras estos se encuentran consumiendo son obligados a retirarse del
área de una manera muy prepotente por parte de los policías municipales.
Expresó que la medida fuera de conseguir control
entre los visitantes al puerto, lo que se logra es que las personas que se
encuentran consumiendo bebidas alcohólicas se dispersen a otras partes de la
ciudad, lo cual es lo contrario a lo que supuestamente se quiere lograr con el
horario reestringido.
Ascolani indicó que todas estas medidas fueron
ordenadas por el delegado, sin si quiera realizar una consulta entre los
miembros del CDE quienes son los que más conocen de la dinámica economía en el
puerto, además de ser los afectados directos por las medidas.
“Si tenemos ventas, pero han sido muy afectadas por
la decisión que tomo el delegado de correr a la gente a la una de la mañana y
que los que nos dedicamos a la venta de alimentos y que podemos aprovechar
estas ventas no le podemos sacar provecho por que nos están sacando a las
personas” declaró el restaurantero.
El miembro del CDE indicó que le extraña que esta
restricción solo se aplique en Semana Santa, ya que durante otros fines de
semana en el año en el que coinciden días de azueto no se toma ninguna medida
parecida.
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