martes, 14 de mayo de 2013

COLUMNA APU "Dependocracia"

Por Cienfuegos 

"La independencia económica de la empresa periodística es condición esencial para la independencia ideológica de la información que ella publica. Esta función propia del periodismo independiente genera tensiones con los poderes, en especial con los gobiernos. La tensión entre los medios y el poderes una parte constitutiva y funcional del sistema democrático". 

El fragmento anterior corresponde a los manuales y códigos de ética de un medio impreso, no de México, sino argentino. Se trata de El Clarín, y de esta manera es que esta empresa se deslinda de la dependencia económica del Estado para poder publicar libre y de manera independiente. Dejar a los periodistas hacer periodismo ajeno a intereses de poder. 

Es bien sabido que en México ésta es una realidad inexistente y muy lejana. Es una verdad incómoda de la que no todos los que trabajan en los medios de comunicación les guste hablar o ventilar. 

Recientemente, el Servicio de Administración Tributaria le condonó una módica cantidad de 300 mil millones de pesos en impuestos a Televisa, lo que abrió la caja de Pandora sobre si la televisora apoyó e impulsó la imposición de Enrique Peña Nieto en la presidencia de México. 

Para no ir muy lejos, Baja California actualmente se está convirtiendo en un ejemplo de como los medios, todos, dejan de lado los códigos de ética, unos poco menos descarados que otros. 

La contienda electoral para sustituir gobernador, diputados y alcaldes, más allá de construir un verdadero debate de propuestas, alternativas y soluciones a los problemas sui generis del estado, se ha convertido en una apuesta por el candidato más popular. 

Por obvias razones económicas, Fernando Castro Trenti, candidato por la coalición Compromiso por Baja California, lleva la delantera. Desde que cobraba como senador, gastaba cantidades innombrables en inserciones pagadas en medios impresos, en todos, sin miramientos. Solo los directores de esos medios y el "diablo", saben cuánto dinero costó darle publicidad al entonces senador. 

Es secreto a voces que Castro Trenti "no se toca" debido al dinero que ha invertido en los medios de comunicación. Es decir, volvemos al PRI de antes. "No te pago para que me pegues", dijo un priísta disgustado entonces con la revista Proceso, que le costó el retiro de la publicidad oficial, es decir, una entrada de ingreso para la empresa editorial. 

Es así que los candidatos y partidos, en base a lo que invierten en publicidad y otras menciones del jet set, deciden y controlan las líneas editoriales de los medios en Baja California. Insisto, tema bastante incómodo para el gremio. 

De verdad es una pena que no le apostemos al ingreso que generan las nobles ventas de los periódicos, semanarios y otros medios entre los ciudadanos. Que sean los ciudadanos, la vox populi, que decida si el trabajo de cualquier medio vale la pena consumirse, y no que sean los gobernantes en turno, o en su defecto los aspirantes, quienes secuestren las líneas editoriales de los medios de comunicación y que los dueños de los medios se presten al juego. En serio, es una Peña, perdón, una pena. 

Nos leemos. 

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