Las primeras noticias eran algo confusas, solo se hablaba
que un grupo de personas, presumiblemente migrantes, fueron rescatados en medio
de la Laguna Salada, algo común con los paisanos que desean ingresar a los
Estados Unidos o simplemente viajeros que se aventuraron a conocer el desierto.
Sin embargo al indagar en el caso se pudo comprobar que
la historia era otra, la de una empresa ubicada a las faldas de la Sierra de Juárez
y en medio del desierto, donde en apariencia nada podía crecer y donde tantas
personas han perdido la vida.
Las primeras declaraciones de los jornaleros, en su mayoría
provenientes del sur del país, denunciaban engaños, condiciones de trabajo
inhumanas, pésimo alimentación e incluso agresiones de los capataces. La preocupación se incrementó cuando nuevos
grupos de jornaleros tomaron la decisión de escapar en medio de la noche, entre
ellos un menor de 14 años que denunció haber sido maltratado por uno de los
capataces de apellido “Ruelas”, lo que se pudo comprobar con los moretes en sus
brazos.
Fue entonces que la autoridad no pudo esperar más, los
constantes escapes y las publicaciones de los medios de comunicación eran
evidentes, por ello un operativo de los tres órdenes de gobierno acudió a las
instalaciones de la mencionada empresa productora de aceite de olivo, donde se
constataron las irregularidades denunciadas, entre ellas la mala alimentación, escasez
de médico, sanitarios y duchas, no contaban con dormitorios y por si no fuera
apoco bebían agua de un pozo.
Esta información se difundió a través de los medios de comunicación,
lo que ocasionó la molestia de los representantes, por lo cual inmediatamente
acudieron a los principales periódicos en busca de una solución satisfactoria
para ambas partes y cuando hablo de satisfactoria me refiero a económica.
El periódico la Crónica fue el primero en acceder, ya que
no solamente dejaron de publicar información relacionada con el tema, si no que
hasta presentaron una publinota en la cual destacaban los beneficios de la
empresa, dejando de lado las irregularidades cometidas. El Mexicano fue el siguiente, los
representantes acudieron y buscaron un arreglo económico, sin embargo no se ha
concretado nada. La Voz de la Frontera
parece quedar fuera de la jugada, pues a pesar de darle seguimiento al tema,
todo indica que no fue tomada en cuenta por los empresarios, pues las diversas
notas tendenciosas, una de ellas robada a su servidor, hacen pensar que buscan
llamar la atención para lograr algún acuerdo y llevarse una parte del pastel.
Finalmente el Canal 66 fue otro al que le
llegaron al precio, si bien no ofreció mucha información a su audiencia, en
algunos programas ya se está anunciando al aceite de oliva que esa misma
empresa comercializa en Mexicali y otras partes del país, en busca de la redención.
De esta manera la empresa Olivarera frenó en cierta
manera la difusión mediática de las irregularidades que al interior se comenten,
pero evidenció su inmenso temor, ya que seguramente le salió bastante caro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario