martes, 28 de mayo de 2013

COLUMNA APU "Él no es amigo"

“EL NO ES AMIGO”

Alejandro Garcia Magallón

Me decidí titular esta colaboración con la frase de arriba por el simple hecho de que no hay mejor forma de reflejar la caricaturesca posición que mantienen muchos de los dueños de medios de comunicación en esta ciudad: tan ruin y pintoresca como varios de los personajes animados con los que representan a los mass media en los Estados Unidos (lo siento, no pude dejar de pensar en Jonah Jameson, jefe de Peter Parker).

Lo cierto es que en todos los medios existen criterios para dar a conocer o no una nota, y aun cuando cada uno de esos criterios puede ser discutido, estos siempre deberían (¡deberían!) ser relativos al valor periodístico de la información.  Lamentablemente, y no se necesita ser experto en la materia para darse cuenta, la realidad nos demuestra que no es así.

Cayendo en el campo de la obviedad, esto es desastroso para el periodismo en tiempos electorales como los que vivimos actualmente, donde se decidirá el destino de más de 5 millones de personas, población en números redondos de Baja California.

Bueno,  yendo al punto, para nadie es una sorpresa que hay muchos ejemplos del nulo valor periodístico con los que los dueños, gerentes o administrativos de los medios de comunicación manejan sus respectivas empresas.

No se trata de hacernos los mártires ni subirnos a la cruz, se entiende que son empresas y como tales deben de estar preocupadas por cuestiones como finanzas, publicidad y gastos, todos términos que a los reporteros nos causan urticaria cuando nos los ponen como obstáculos para aceptarnos tal o cual información; sin embargo las actitudes de estas muchas de personas son nefastas, incluso bajo los estándares monetarios que se mencionan.

En alguna ocasión me tocó (sí, pecaré de ser autorreferencial) que uno de estos administrativos que señalo me llamará la atención por ser, según él, demasiado duro con cierto alcalde priísta de esta entidad.

Me exigió no seguir con esta postura por el simple hecho guardar una amistad con este presidente municipal… bueno y porque el servidor público había comprado el equivalente a dos millones de pesos en publicidad a la empresa ese mismo año.  

En contraparte al día siguiente esa misma persona me prohibió rotundamente cubrir a otro personaje público porque, cito: “él no es amigo”.

Volviendo al campo de la obviedad, ambas posturas van en contra del más básico manual de periodismo, aparte de ser tan ridículas como la referencia animada que hice al inicio del escrito.

Desmarcándonos de las referencias animadas lo grave de esta situación es que con sus honrosas excepciones los medios de comunicación en esta ciudad dejan de lado unas de sus obligaciones troncales hacia la sociedad: el darle información lo más confiable posible.


Ojala los motivos para no difundir  información por parte de cualquier medio necesitaran siempre de serios y profundos análisis político, de discurso o de contenido, ojala. Porque cuando no se trata de dinero, todo se basa en motivos meramente personales del responsable de ese medio, en si alguien es su amigo o no. 

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