martes, 10 de marzo de 2015

EL BUEN CIUDADANO

Por Alejandro García


Aunque cualquiera que se haya acercado mínimamente a los medios de comunicación habría detectado a ciegas los nombres designados para las candidaturas en el proceso electoral próximo, en poco menos de un mes iniciarán oficialmente las campañas que culminarán con la renovación del Congreso de la Unión y algunas alcaldías en el país. A partir de ese momento los habitantes de este país seremos el blanco de infinidad de mensajes de los partidos políticos. La mayoría de mínima calidad, poco contenido y que solo buscarán  respuesta de la parte más morbosa de nuestro interior.

A pesar de lo cotidiano que son estos spots (si usted acude con regularidad a salas de cine sabrá de lo que hablo) lo que caracteriza ahora a estos periodos del año es que nos llenan la cabeza con el discurso del “buen ciudadano que acude a votar” discriminando así a todo aquel que piense que emitir su sufragio no vale la pena en un desolado panorama democrático nacional. Nos aseguran existe una “oportunidad histórica” cuando nada ha pasado antes al votar por estos mismos partidos políticos.

Además, como ya viene siendo una triste costumbre en este país, los vínculos de funcionarios con el crimen organizado; las noticias sobre desfalcos y fraudes; los pocos resultados en rubros económicos, sociales y de seguridad; así como el constante abandono de cargos por parte del político para buscar escalar en sus trayectorias personales lo único que han logrado es abonar al hartazgo y al abstencionismo.

A este escenario se suma la no menos lamentable adhesión a la escena electoral de personajes de la farándula, el deporte y otras esferas alejadas de la administración pública. Personas a las que, sin embargo, no se les puede impedir contender. No es crimen elegir un circo u otro.

¿Con esto, quién sería capaz de señalar de mal ciudadano a quien opte por no regalar su voto a un ex futbolista, una actriz de telenovelas, al protagonista de un videoescandalo (generalmente de temática sexual) o a un ex funcionario con una lista de delitos tras de él pero que por un sistema impune no ha sido metido a prisión?

Que lejos se ve el ideal de Francisco I. Madero donde veía en el voto el arma de cambio que tenía el mexicano. Como han prostituido los partidos políticos la única herramienta real que tenemos los ciudadanos para participar en la toma de decisiones en el país, dejando confundido (cuando menos) a los posibles votantes ¿Defendería igual el voto el señor Madero si supiera que alguien como Carmen Salinas podría llegar a la Cámara de Diputados?

Las autoridades se dicen preocupadas por que haya buenos ciudadanos votando dentro de las urnas. Pareciera que nadie se ha preocupado porque haya buenos ciudadanos plasmados en las boletas. 

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